Durante los últimos años el uso del los drones para las tomas aéreas, ya sea en fotos como en video, ha cambiado enormemente la forma de la fotografía aérea. En ves de usar helicópteros alquilados y transferir ese costo al cliente más los honorarios del fotógrafo, las tomas con el drone han cambiado todo esto.
No sólo bajó el costo de las tomas aéreas en general, sino también el proceso entero es más corto y en realidad hasta más seguro si se piensa que ya el factor "humano", tanto fotógrafo como piloto, no están en peligro volando dentro de una nave. Luego de seguir normas lógicas de sentido común para la seguridad del vuelo en drone, el fotógrafo puede ahora tener todo el control junto a sus cliente, de las tomas a realizar.
Antes de hacer el vuelo, el piloto del drone tiene que hacer un checklist para la seguridad de todos y del aparato. Zonas de exclusión aérea (no fly zones) para cercanías de aeropuertos o espacios militares, deben tenerse en cuenta ya que esto terminaría todo el programa de vuelo. La velocidad del viento es otro factor a tomar en cuanta ya que el drone te indica que estará a riesgo tuyo volar en fuertes vientos. Otra que me pasó personalmente, es de tener cuidado de las zonas magnéticas. He trato varias veces de despegar el drone desde piscinas y la aplicación me indica que hay que calibrar el compás del aparato por la fuerte interferencia magnética que los metales debajo del suelo transmiten al drone. Sugerencia, nunca despegar sobre el piso de las piscinas sino buscar otro piso, preferiblemente arena o grama. Luego hacer la calibración del drone y despegar si la aplicación te da el permiso. Anexo el vuelo del drone descontrolado por el magnetismo del piso:
Por suerte el drone no chocó contra ningún de los edificios sino que se detuvo repentinamente y lo pude traer en línea recta. Notar que lo despegue justo en la zona de la piscina. Abajo, algunos ejemplos de fotos para un hotel en Samaná, el Grand Paradise Samaná, que realice hace unas semanas.